El organismo determinó que los productos manufacturados en México se estaban vendiendo en Estados Unidos a precios de entre 33.30% y 72.41% menor a su justo valor de mercado, por lo que impuso aranceles en esos porcentajes.
Irónicamente, una de las empresas afectadas con el arancel más alto era el propio Whirlpool, empresa que no especificó si había dejado de comprar lavadoras desde México hacia Estados Unidos y que por lo tanto no enfrentaría los nuevos aranceles.
Las importaciones de lavadoras desde Corea y México movieron unos 1,000 millones de dólares en el 2011.
Reuters
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